giovedì 26 luglio 2012

Lo que nadie ve

De lirios estrella y amenas vistas era;
ibéricas lagunas de una cálida muerte nacida.

Cyrano el amante hace caer la pasión vasca;
con los ojos negros de penetrantes asfaltos; dos planetas en los ojos, sus pupilas.

Manos arrasadas de besos, de marchitas huellas de perla.

Tu salado aroma que se acumula en mis labios.

No le digas a nadie.

Robaré tu cuello donde morderé la vida de otras ángeles;

encontremos en secreto lo que todavía Dios no ha prohibido.

Baja tu voz todavía.

Viviste negros días en medio de ligeros metales;
cercaste algodones y las musicales ausencias.

Dime por qué es mejor callar; no sea que vuelva de nuevo
el óleo pálido y la arcilla.

Haz silencio.