venerdì 26 ottobre 2012

Querella

De las fresas han hecho armas,
de las rosas arpones de pesca;
en tu celosía te has erguido y como la mujer sabia
que sobre las rocas de Ilión fue herida
y entre las poetesas cantaba:

"¡Una religión de estrellas
en las grutas oscuras y sepultas!".

El rosal ha criado lanzas
abundantes y erectas
como el campo de espinas,
cuyos cuerpos
se deshacen como rojos
pomodoros;

Griegas son las estepas
cuajando los entierros sonoros,
quienes con la ventura de los
santos silentes

entierran las guitarras criollas,
y hacen deshacer el nervio
de sus cuerdas;

Se cargan de fresas los alfiles
en la casa de las tórtolas vegetales,
Mallorca está rodeada
como la iglesia en viernes santo;
hacen llorar a las piedras
y hablar arameo
los adoquines de la calle.

A tomatazos hieren
al modo de Buñol,
los cuernos de fresas
producen por doquier un morto;
no sé cuántos caminos he de recorrer
para que aquellas rosas que en tu jardín crecían
recuperen su olor a fresa
y no me hagan tanto daño.